¿Te gustaría aprender a escribir rápido en tu teclado y sin cometer faltas de ortografía? La mecanografía es una disciplina que puede ayudarte a incrementar tus habilidades y destrezas en el manejo de teclados de ordenador, así como a aumentar tu productividad en los trabajos de oficina o en la realización de tus ejercicios para la escuela. Conoce aquí algunos de los mejores trucos para convertirte en un experto.
Corrige tu postura
Lo primero de todo es corregir tu postura. Cada disciplina tiene su arte, y la mecanografía no es de menos. Así que, uno de los aspectos más importantes es saber dónde tienes que colocar los dedos. Como referencia, debes saber que la mano izquierda debe abordar una mitad del teclado y la derecha, la otra. Coloca el meñique izquierdo sobre la letra “A”, y deja que el resto reposen de forma natural sobre las sucesivas letras de la misma fila del teclado. En la mano derecha, haremos exactamente lo mismo, pero colocando el meñique sobre la tecla “Ñ”.
Como referencia para colocar los dedos sin complicaciones debemos aprovechar el relieve que tenemos sobre la letra “F”.
Familiarízate con las teclas
Comienza a practicar con todas las teclas del teclado utilizando cada dedo para las teclas específicas. No te preocupes, al principio cuesta, pero con el tiempo lo harás con total naturalidad.
Siente el teclado
Es fundamental también que te familiarices con el tacto del teclado. De hecho, conforme te vayas acostumbrando a la ubicación y al tacto de las teclas mejorará tu velocidad. La resistencia de las teclas y la calidad de este, también será muy determinante. Además, si nos acostumbramos al tacto del teclado sin necesidad de mirar la pantalla conseguiremos ser mucho más rápido, ya que no tendremos que detenernos a mirar donde se encuentra cada tecla.
El tacto es el sentido más importante en la habilidad de la mecanografía. Conocer nuestro teclado es fundamental para convertirnos en unos profesionales del manejo del teclado.
Prioriza la precisión frente a la velocidad
Mientras estás aprendiendo mecanografía es fundamental que lo hagas de forma correcta, así que es fundamental que realices los movimientos adecuados y escribas sin cometer errores. Debemos prestar más atención a la precisión frente a la velocidad de escritura. Así pues, si estás escribiendo y cometes un error es aconsejable que trates de corregirlo enseguida, pero sin mirar al teclado. Así conseguiremos memorizar el lugar de cada tecla de forma más efectiva. La clave está en no cometer ningún error.
Una vez que hayamos aprendido a colocar los dedos y a no cometer erratas, entonces, nuestra velocidad de escritura aumentará de forma casi inmediata.
Practica constantemente
La única forma para aprender es practicar y practicar. Si le dedicas un poco de tiempo cada día no te tomará mucho tiempo. Además, cuando te acostumbres a corregir de forma correcta ten por seguro que no volverás a caer en los mismos hábitos.
Adapta tu espacio de trabajo
Por último, es fundamental que adaptemos nuestro espacio de trabajo para que poder ser lo más eficientes posibles. ¿Qué quiere decir esto? Sobre todo, que nos sintamos cómodos trabajando. Para ello podemos tomar simples medidas como ajustar la altura de la pantalla a nuestra cabeza, más o menos. Así evitaremos que nos duela el cuello si pasamos muchas horas frente a ella. También es fundamental que elijamos una buena silla en la cual, por muchas horas que pasemos sentados en ella nuestra espalda se mantenga recta y no comience a encorvarse.
La calidad de nuestro teclado, por supuesto, también es fundamental. A poder ser tenemos que elegir un producto que cuente con un reposa manos, donde poder apoyar nuestra muñeca mientras estamos escribiendo. Ello agilizará nuestra velocidad de escritura, y, por consiguiente, nuestra eficiencia. Además, debemos evitar teclados pequeños. Estos a la larga acaban resultando bastante incómodos.
La capacidad de resistencia que ofrecen las teclas también suele mejorar la eficiencia. Hay teclados cuya resistencia es demasiado dura y a la hora de presionar las teclas nos resulta más complejo. Las teclas demasiado suaves tampoco nos ayudarán porque ello provocará que comentamos faltas o erratas sin querer.