Hablamos de staking cuando se produce un proceso por el cual el titular de una criptomoneda o de un activo cripto hace uso de ellos para realizar una serie de adiciones a la cadena de bloques para actualizarla.
Una acción cuya finalización genera una recompensa que el mismo usuario recibe. Es una actividad que muchos expertos han definido como una contribución a la comunidad cripto y que persigue fomentar el mantenimiento de una posición.
Esa es la definición técnica. Si hablamos en términos más simples, el staking es una actividad que consiste en el bloqueo de los activos para mantener su posición y buscar una recompensa mayor con el tiempo. Es algo parecido a los programas de futuros que buscan una rentabilidad a largo plazo reteniendo un capital que, en este caso, serían los propios criptoactivos, aunque salvando las distancias.
El staking funciona en realidad de una manera bastante parecida a la lotería. Los participantes bloquean una cierta cantidad de activos (este será su stak o apuesta), y a continuación, el protocolo asignará a uno de ellos el derecho a validar el próximo bloque de manera aleatoria.
Este sorteo dependerá, en realidad, del número de monedas depositadas, pero sí es cierto que en el staking la aleatoriedad y el factor suerte tienen mucho más protagonismo que, por ejemplo, en la minería. Eso hace que sea más difícil manipular los resultados.
Si usamos el paralelismo de la lotería, la cantidad de activos retenidos serían los boletos. No obstante, en el staking es posible replantearse la asignación delegando los derechos de voto y los ingresos pasivos a un tercero de confianza, algo que, no obstante, se recomienda pensar detenidamente porque es una acción que habilita a la persona designada a recibir todas las recompensas de validación en bloque.
No obstante, solo teniendo en cuenta la ventaja que plantea el staking en comparación con la minería ya es suficiente justificación como para poner la posibilidad encima de la mesa. Se eliminan las inversiones absurdamente caras que exige la minería, así como la producción en masa de energía que necesitan esos equipos y los residuos contaminantes derivados de la minería.
¿Puede cualquier inversor hacer stake de Bitcoin?
Las criptomonedas son activos que pueden ser operados a múltiples niveles. Al igual que ocurre con el dinero fiduciario, pueden utilizarse como método de pago o para realizar operaciones de mayor calibre.
El problema asociado a las criptomonedas es la volatilidad de su valor, un hándicap que siempre hay que tener presente. Cada operación se estudia partiendo de la base de que, en cualquier momento, el activo puede devaluarse y sufrir una depreciación que acarree importantes pérdidas para el inversor.
El staking no es de las operaciones más complejas que se pueden llevar a cabo en el ámbito cripto, pero sí es cierto que no están recomendadas para quienes hayan empezado a habituarse a la operatividad cripto. La manera más segura de empezar a invertir en criptomonedas es haciendo trading a pequeña escala, limitándose a operaciones de compraventa de activos en los exchanges.
Una vez tengas claro cómo adquirir nuevas criptomonedas y conozcas el potencial de los activos, podrás plantearte nuevas operaciones para potenciar la rentabilidad de tus inversiones.
Claro que, debes tener claro cuál es el riesgo real de la operación y todos los hándicaps a los que te expones. Evaluar todos los escenarios es la mejor forma de prever cualquier acontecimiento, según el equipo de criptoinvertimos.com, especializado en operaciones de inversión con criptomonedas. Así, es posible disponer de más margen en caso de que las circunstancias te obligasen a tomar decisiones rápidas a modo de contingencia para no perder todos tus activos.
A pesar de que no existe un riesgo claro de que mediante el staking se vayan a perder los activos (lo que busca el bloqueo de activos es precisamente lo contrario), sí que hay que tener claro que la volatilidad de las criptomonedas no desaparece mediante el staking.
Además, la estrecha relación entre las matemáticas, la probabilidad y las criptomonedas hace que estas operaciones sean solo aptas para quienes tienen conocimientos suficientes. Claro que, siempre está la opción de recurrir a un asesor que sea capaz de ayudarte a desenvolverte con soltura en este tipo de operativas.
Si hacemos staking, ¿qué wallet es más recomendable?
El staking se caracteriza por el bloqueo temporal o permanente de activos con el fin de incrementar los intereses o las recompensas y retirar los beneficios derivados del bloqueo. Eso quiere decir que para mantener a buen recaudo los activos por más tiempo es fundamental contar con una billetera que haya sido la referencia a la hora de mostrar un alto nivel de seguridad repeliendo intentos de hackeo.
Una de las billeteras que más ambivalencia y resistencia han demostrado tener es Coinomi. No solo es compatible con multitud de activos y tokens, sino que está considerado el wallet más resistente del mundo.
Sus características son perfectas para hacer staking porque es una billetera que, por un lado, está pensada para ser utilizada con multitud de activos de manera simultánea, y por otro, tiene todo lo necesario para trabajar en operaciones de bloqueo de activos a largo plazo, que es precisamente la premisa del staking.